Mayo es el Mes de la Salud Mental. Todos los niños merecen lugares amables, seguros y acogedores donde crecer.

5 consejos para la vuelta al cole a finales de verano

En un contexto de aumento de los índices de depresión, ansiedad y autolesiones entre los jóvenes, los terapeutas animan a las familias a aprovechar el mes de agosto para preparar a los niños.

MINNEAPOLIS, 1 de agosto de 2023 - El "resbalón veraniego" no se limita a las "tres erres". La salud mental también encabeza la lista de factores de estrés cuando padres y cuidadores preparan a los niños para la vuelta al cole.

Después de las vacaciones de verano, la rutina típica y los hábitos diarios necesarios para el colegio están oxidados y necesitan una puesta a punto. Ahora es el momento de restablecer los hábitos y aliviar el estrés de esa primera semana de vuelta a clase.

"Esos días despreocupados del verano pueden convertirse rápidamente en momentos acalorados al salir de dos meses de menos estructura, diferentes horarios de sueño y más juego independiente", dice la Jefa Clínica del Centro Washburn, Jenny Britton. "Y, el verano no siempre es todo diversión, mientras veíamos a los niños saborear esos primeros días de junio, muchas familias encuentran que los niños se sienten desconectados y a la deriva sin la conexión social incorporada de la escuela."

Así pues, ahora es el momento de hacer que los niños piensen en lo que les espera. Aprovechando las semanas que quedan de verano, las familias pueden ayudar a los alumnos a prepararse pronto para la transición de casa a la escuela y para los días más largos de interacción con profesores y compañeros en las aulas.

"Es una muy buena idea que los padres hagan un chequeo ahora, cuando todavía queda mucho tiempo antes de que los niños se incorporen a la rutina escolar", continúa Britton. No existe una forma perfecta de hacer el cambio tras la diversión veraniega; encontrar el camino familiar para las próximas semanas ayudará a los niños a evitar el "choque cultural" y a prepararse mentalmente para lo que trae septiembre".

5 pasos a seguir en las 5 semanas que faltan para el inicio de las clases

1. Elija "actividades juntos" informales y dedique tiempo a la conexión. La actividad y las conversaciones no tienen por qué ser rompedoras o profundas. El hecho de charlar mientras cocinan juntos o dan un paseo da a los niños la oportunidad de compartir cómo se sienten con la vuelta al cole.

2. Volver poco a poco a los horarios de la rutina escolar. Un cambio importante cada verano -sobre todo para los adolescentes- es el horario de sueño. El sueño ininterrumpido afecta mucho a la salud mental, y las primeras semanas de vuelta al cole pueden ser doblemente duras si el niño está acostumbrado a dormir más tarde o más tiempo. Trabaje con los niños para reajustar su horario de sueño en incrementos. Incluso un ajuste de entre 15 y 30 minutos al día a lo largo de unas semanas puede ayudar, sobre todo si es suave y claro, si entienden las ventajas y si pueden seguir haciendo sus actividades preferidas del verano antes de irse a la cama.

3. El cambio puede crear conflictos, pero la coherencia los suaviza. Tanto si un niño empieza un nuevo curso como si se muda de colegio, se enfrenta a un periodo de adaptación masiva. La vida familiar puede cambiar hasta que se asiente en una rutina, lo que puede llevar hasta un mes.

Mantener la coherencia de otros elementos es fundamental: comer juntos a la misma hora, hacer que los fines de semana sean predecibles y estar atentos para hacer ajustes a cualquier cosa que provoque la preocupación o el miedo del niño.

4. El conocimiento es poder cuando se trata del miedo al año escolar. Los terapeutas del Centro Washburn atienden a muchos niños que tienen dificultades con un nuevo profesor, para encontrar un grupo de amigos o para desenvolverse en un nuevo entorno escolar. ¿El tema constante? La percepción de los peligros de lo desconocido. Si un niño muestra signos de nerviosismo ante un nuevo curso escolar, póngase en modo curiosidad y vea si puede encontrar información que le ayude a crear confianza en esta nueva experiencia: tal vez un mapa del colegio o una llamada telefónica antes del semestre para conocer al profesor. Intentad responder juntos a las 5 preguntas del nuevo curso: quién, qué, cuándo, dónde y por qué.

5. Modele hábitos saludables. Los niños observan a los adultos para saber cómo actuar. Cuando los cuidadores practican hábitos saludables de bienestar -respirar, tomarse un descanso o permitir que se repitan los errores- son buenos ejemplos que los niños probablemente seguirán. Y, lo que es más importante, si los adultos creen que su hijo -o el propio adulto- puede necesitar apoyo profesional, es importante actuar con rapidez para iniciar el proceso de curación con un terapeuta lo antes posible.