Mayo es el Mes de la Salud Mental. Todos los niños merecen lugares amables, seguros y acogedores donde crecer.

Mi hijo sufre ansiedad

PASOS A SEGUIR DURANTE UNA EMERGENCIA RELACIONADA CON LA ANSIEDAD: Cuando su hijo sufra una crisis de ansiedad, siga los pasos que se indican a continuación sobre cómo puede intervenir para ayudarle a capear el temporal. Si su hijo necesita ayuda inmediata y urgente, llame al 988.

  1. Acomódate: Detente y siéntate con ellos: cread juntos un entorno tranquilo y silencioso. 
    • Tómese al menos 5 minutos en una habitación tranquila y separada, sin hablar, y siéntase cómodo dejando que su hijo participe primero.
    • Practica juntos la respiración 4-7-8: inhala 4 segundos, mantén la respiración 7 segundos, exhala 8 segundos y repite. Predicar con el ejemplo.
  2. Escucha: Una vez que ambos estén más tranquilos y puedan hablar, hagan preguntas sencillas, reflexionen sobre lo que oyen. Esto es reflexión frente a acción: no es necesario solucionar el problema en esta fase.
    • ¿Cómo llamaría a este sentimiento?
    • ¿En qué parte de tu cuerpo sientes la preocupación?
    • ¿Cuándo empezaste a sentirte así hoy?
  3. Afirmar:  Demuéstrale a tu hijo que has escuchado sus sentimientos, que lo entiendes y que estás ahí para él.
    • Oigo que esa sensación puede dar miedo.
    • Describes que _____ te hace sentir estresada. Lo entiendo y estoy aquí para escucharte cuando te sientas preocupado.
  4. Redirigir: Puede ser fácil encontrarse atrapado en una espiral. Cuando hayan escuchado durante un rato y hayan encontrado juntos la calma, pruebe con una actividad favorita y tranquila que le guste a su hijo y que usted pueda ambos participar en.
    • Cuente un cuento o lean un libro juntos.
    • Da un paseo por tu barrio.
    • Ve un vídeo o un programa no estresante.
    • Preparen juntos una comida fácil y sencilla.
    • Crea algo de arte, aunque sea tan sencillo como un libro para colorear.

¿El miedo o la preocupación perturban las actividades cotidianas de su hijo? La ansiedad es el problema de salud mental más frecuente en todas las edades. 

Los niños suelen sentir que la ansiedad aflora cuando se enfrentan a una situación nueva, que les asusta o que desconocen; pero cualquier situación tiene el potencial de generar ansiedad, incluso las viejas actividades con las que solían disfrutar. Tu hijo es único, así que sus preocupaciones también serán únicas para él.

¿Qué puede hacer un cuidador cuando una actividad le resulta estresante?

La reacción de un adulto puede servir de modelo para superar lo aterrador o desconocido. 

  • Di algo que valide sus sentimientos: "Entiendo que eso te preocupe o te asuste".
  • "Vamos a tomarnos un momento para calmarnos un poco, y luego intentarlo de nuevo juntos"
    • Siéntase cómodo haciendo pequeñas pausas cuando surja algo nuevo, y utilícelas para mostrar técnicas de relajación.
    • Permita que el niño intente la actividad por sí solo, pero con su estímulo verbal. Los errores y la ineficacia forman parte del aprendizaje.
  • Represéntales o escenifica formas de superar la situación. Verbalizar las situaciones puede ayudar a que los niños se sientan más seguros y sean más propensos a probar estrategias cuando están solos en lugar de alejarse.
    • Para los niños pequeños: puede ser sacudiéndolo con las manos o el cuerpo.
    • Para los adolescentes: nombrar la ansiedad o convertirla en un color puede ayudar a los niños a imaginar, reconocer y dominar mejor su preocupación.
    • Para los adolescentes: escuchar, hacer preguntas y asegurar la confianza puede hacerles sentir menos infantiles y ayudarles a organizar sus pensamientos.
  • Aumente la confianza de su hijo elogiándole por enfrentarse a retos o por intentar algo nuevo. Juntos podéis ayudarles a replantear y abordar sus propios sentimientos de preocupación cuando se enfrentan a un momento de inseguridad.

¿Cómo sé cuándo la ansiedad se ha convertido en un problema para mi hijo y necesita ayuda profesional?

La ansiedad es una reacción normal ante situaciones estresantes. Cuando la ansiedad se vuelve constante, abrumadora o irreal a lo largo de muchos días, semanas o meses, interfiere y deteriora las rutinas diarias.

Cuando la ansiedad y sus síntomas relacionados anulan la capacidad de un niño para afrontar la vida con normalidad, tiene un impacto importante en la calidad de vida, el éxito escolar, la salud del sueño o la salud física. Un deterioro significativo puede desembocar en trastornos de ansiedad, que se caracterizan por sentimientos extremos de pánico, miedo, preocupación o malestar irracional en situaciones cotidianas.

Si cree que su hijo experimenta una ansiedad excesiva que interfiere en su funcionamiento diario, puede que sea el momento de hablar con un terapeuta.

Nota: Esta información no debe ser utilizada para el diagnóstico o tratamiento de una condición de salud mental. Llame al 612-871-1454 para obtener más información sobre los servicios de salud mental para niños del Centro Washburn.