1. Dales tanta información y preparación como sea posible y adecuado para su desarrollo. 

• Si se trata de una mudanza a una nueva ciudad, puedes enseñarles fotos de tu nueva casa, de su nuevo colegio o de un parque divertido que podáis visitar allí.  
• Si vas a tener un bebé, háblale de lo que puede hacer de día o de noche. Hazles saber que probablemente llorará y dormirá mucho. Muéstrales cómo vas a cuidar al bebé mientras le cambias el pañal o le das el biberón; si es necesario, diles que esto es similar a los cuidados que ellos han recibido. 
• Si los cónyuges se separan, explíqueles cómo les afectará o no a ellos en concreto: por ejemplo, dónde vivirá cada uno, dónde vivirá el niño y cuándo podrán pasar tiempo con cada uno, si procede.   
• Dar detalles puede ayudar a reducir la ansiedad del niño ante algunas incógnitas.

2. Dé a su hijo cierto poder de decisión. 

• Los grandes cambios pueden hacer que los niños se sientan impotentes.
• Las decisiones adecuadas a su edad pueden darles sensación de control. 
• Algunos ejemplos son: permitir que tu hijo elija una decoración para su nueva habitación, la cena de bienvenida a casa cuando esté fuera o un pequeño regalo para el bebé. 

3. Apoya y valida cualquier sentimiento que surja. 

• Es natural que su hijo experimente una serie de emociones cuando se enfrenta a grandes cambios en su vida. 
• No tengas miedo de sus sentimientos, deja espacio para que los compartan contigo.
  • Puede ser útil mantener los pies en la tierra o tranquilizarse antes de sentarse con ellos.
• Date un espacio seguro para expresar tus emociones con un adulto que te apoye. 

4. Mantente en contacto con la familia y los amigos.

• Anime a su hijo a seguir comunicándose con otros adultos seguros y solidarios mediante videollamadas, correos electrónicos o incluso cartas. 
• Ayude a su hijo a comunicarse con sus amigos o a utilizar salidas creativas como el arte y la danza o el movimiento para expresar esos sentimientos..