Obtenga información sobre el desarrollo de su hijo y elabore una hoja de ruta para ayudarle a alcanzar el éxito. No hay lista de espera:

La historia de Samari

Samari encuentra su voz y demuestra su fuerza

Samari* caminaba en silencio junto a su terapeuta de Washburn mientras se registraban para la semana. La niña de segundo curso no siempre tenía palabras para describir sus altibajos: los profesores la veían encerrarse en sí misma en la escuela y distanciarse de sus compañeros.

Por suerte, su terapeuta tenía el don de darle formas creativas de expresar lo que llevaba dentro.

El terapeuta de Samari decidió probar algo nuevo juntos.

Como era increíblemente difícil encontrar las palabras para su depresión y ansiedad, fue un momento mágico cuando la terapeuta de Samari sacó una "varita de la fuerza" y vio que los ojos de Samari seguían el movimiento de la varita brillante de su caja de juguetes. Esa respuesta introdujo un modelo terapéutico en una niña que tenía dificultades para participar en la terapia. Con la amable orientación de su terapeuta, Samari se estaba beneficiando sin saberlo de una práctica basada en pruebas que reforzaba su curación.

Había días en los que Samari decía que se sentía como "una gran masa de baba".

Eran momentos en los que Samari necesitaba escuchar: estaba en un espacio valiente para compartir emociones asquerosas. Con el poder de la varita mágica, su terapeuta le infundió el valor necesario para seguir caminando por el pasillo del colegio en busca de su terapeuta mientras se las arreglaba para volver a su clase de primaria, algo que no había sido fácil unos meses antes.

Esos primeros pasos en el aula con nuevas habilidades allanaron el camino para grandes mejoras para Samari.

Este modelo de terapia ayuda a los niños a curarse de la angustia causada por acontecimientos traumáticos que no se procesaron completamente. El enfoque puede ser eficaz para los niños cuando lo aplican profesionales formados, ya que no depende demasiado de las palabras.

La curación de un niño es encantadora, pero en el Washburn Center, este tipo de progreso transformador forma parte de lo que hacemos cada día. Nuestros terapeutas crean y son testigos de esta profunda curación con 4.000 niños cada año.

*Seudónimo utilizado para proteger la intimidad de un niño.